Manifiesto sobre los efectos del cambio climático en España

El pasado 23 de agosto, el Grupo de Cambio Climático y Riesgos Naturales de la AGE divulgó una carta de pronunciamiento sobre los efectos del cambio climático en España en relación al 6º informe del IPCC. Los geógrafos tenemos un papel decisivo en el análisis de los impactos sobre el territorio y, en los próximos años, el ámbito temático que abarca nuestro grupo será de una importancia primordial no solo para la Geografía española, sino para toda la sociedad.

La carta, que se reproduce aquí íntegramente, tuvo eco en diversos medios como EFEverde, eldiario.es, Cadena SER, CLM24, Yahoo Noticias y Diario de Arousa, entre otros.

LA COMUNIDAD GEOGRÁFICA ESPAÑOLA ALERTA DE LOS EFECTOS YA EVIDENTES DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Promueve: Grupo de Trabajo de Cambio Climático y Riesgos Naturales.
Asociación Española de Geografía (AGE)

El grupo de Cambio Climático y Riesgos Naturales de la Asociación Española de Geografía manifiesta su preocupación por los efectos que se están registrando en nuestro país en el contexto del calentamiento climático global. El 6º Informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, presentado hace unos días, no deja lugar a dudas sobre las alteraciones que está registrando el sistema climático mundial y que tiene en la región mediterránea, uno de sus “hotspots” más destacados de la superficie terrestre. 

La comunidad geográfica española lleva años investigando el proceso de cambio climático en nuestro país y ha ido alertando de los efectos que se manifiestan en las diferentes regiones climáticas. Todo ello con el ánimo de contribuir a desarrollar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, con espíritu constante de colaboración con las administraciones y los agentes sociales y económicos. 

En España, el proceso de cambio climático actual está manifestando ya evidencias en todos los aspectos del sistema climático. El ya constatado incremento de la temperatura media superior a 1 ºC en las últimas seis décadas en España, se ha traducido en una mayor duración, frecuencia e intensidad de fenómenos atmosféricos extremos como las olas de calor. La pérdida de confort térmico es manifiesta en algunas regiones del sur y este de España, donde las noches tropicales se han multiplicado por cinco desde 1980. El progresivo calentamiento ha propiciado un descenso progresivo en las precipitaciones de nueve y un retroceso muy preocupante de nuestros glaciares de montaña, notablemente en los Pirineos, para los que se prevé una reducción radical de su extensión o su extinción tal y como los conocemos en las próximas décadas. El calentamiento climático ha provocado un incremento en la temperatura de los mares que rodean el territorio español, muy notablemente en el litoral mediterráneo que ha aumentado su temperatura en 1,4º C en las últimas cuatro décadas, más incluso que la subida de la temperatura del aire. Esto está favoreciendo cambios en la dinámica atmosférica e incrementando el potencial para la ocurrencia de eventos de lluvia extremos. La enorme irregularidad pluviométrica de nuestro país también se ha visto afectada con un aumento en la severidad de las sequías con las ya evidentes consecuencias para la producción agrícola y la propagación y magnitud de los incendios forestales. Por no mencionar las alteraciones en la distribución territorial de especies de vegetación y fauna, especialmente en las zonas de montaña.

Todas las proyecciones para este siglo muestran escenarios de mantenimiento del proceso de calentamiento en España con efectos para la salud humana y el medio ambiente y, en definitiva, una mayor vulnerabilidad ante los fenómenos atmosféricos. 

En nuestra mano está reaccionar ante los efectos de una inercia climática imparable pero sí mitigable, no solo con medidas parciales de adaptación sino construyendo territorios menos expuestos y más sostenibles, donde los modelos de consumo, de ocupación del suelo y de transporte vayan en la misma dirección de eficiencia y sostenibilidad. Nos esperan unos años decisivos. La década actual debe ser la década de las actuaciones para la mitigación y adaptación ante el cambio climático. La Geografía española va a seguir trabajando para ofrecer propuestas realistas y sostenibles para reducir los efectos del calentamiento global en nuestro país. Es el momento de la acción. Conocemos los efectos que puede tener el cambio climático en nuestro país a lo largo de este siglo. El cambio climático debe ser el gran eje de políticas públicas y acciones privadas de los próximos años. Es una oportunidad colectiva para hacer las cosas bien, para cambiar pautas económicas que se han demostrado perjudiciales para el medio ambiente, para adaptar los territorios a las consecuencias del cambio climático. 

Madrid, a 23 de agosto de 2021

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